PRINCIPALES PRESOCRATICOS

TALES DE MILETO (585 a.C)

Considerado uno de los siete sabios de Grecia, por predecir un eclipse que pone fin a la guerra ente los lidios y medos (28 de mayo del 585 a.C.).

    • Todo ser vivo no puede vivir sin agua
    • Las semillas de todas las cosas poseen una naturaleza húmeda
    • En agua se transforman los distintos estados (sólido, gaseoso) o se convierten otras cosas: niebla, lluvia, fuentes subterráneas, etc…
    • Viaje a Egipto
    • Creencias míticas de origen babilonio
    • Como es de esperar, la Tierra flota sobre el agua.

Hombre de negocios y de acción(demostró como hacerse rico comerciando con aceitunas sólo para demostrar que no le interesaba el dinero), matemático (¿acaso no conocen el famoso teorema de Tales? Sea verdad o no, seguro que midió la altura de las pirámides), astrónomo (una esclava tracia contaba que era tan despistado que se caía al pozo de su vivienda…quizá sólo observase mejor el cielo) y filósofo. Su pensamiento aún conserva elementos míticos.

Considera que el primer principio es el agua y ello por varias razones:

Defendió el hilozoísmo, la suposición de que todas las cosas incluso las inanimadas, tienen, en cierto modo, vida.

 


ANAXIMANDRO DE MILETO (547 a. C.)


Actividad científica: gnomon (escuadra o vara vertical cuya sombra señala la dirección y altura del sol . Es la parte básica de un reloj de sol y la herramienta con la que Eratóstenes midió el radio de la Tierra), mapa (primero en dibujar un mapa de la tierra habitada)


El principio material de las cosas es ápeiron (sin término, sin límite, sin definición): lo indeterminado, lo indefinido. No se parecía a ninguna clase de materia del mundo ya formado.  El razonamiento tiene mucho sentido, ¿se les ocurre cuál puede ser?. Aplicó a lo Indefinido los atributos propios de los dioses (inmortalidad, poder ilimitado, …)


También es el primero en hablar de los opuestos como esenciales en la evolución del mundo que luego retomarán Heráclito, Parménides, Empédocles y los pitagóricos.


Creyó en la existencia de mundos innumerables, no sabemos con certeza si sucesivos o coexistentes.


ANAXÍMENES DE MILETO (525 a. C.)



Del aire surgen todas las cosas por condensación y rarefacción


Principio material: el aire por condensación y rarefacción.


El Aire, aliento del mundo, su fuente eterna y divina. «Al igual que nuestra alma, que es aire, nos gobierna, igualmente el soplo y el aire envuelven el mundo todo»


Tiene alguna de las cualidades indefinidas del Ápeiron de Anaximandro.


Ocupa una vasta región del mundo ya formado.


Tierra: como gran hoja flotando en el aire.


4. JENÓFANES DE COLOFÓN (530 a. C.)


Su importancia depende de los autores: unos consideran que es de enorme importancia, mientras que otros afirman que se hubiese reído de saber que iba a tener tanta influencia.


Fue básicamente un poeta, interesado fundamentalmente por problemas religiosos, reaccionando contra Homero, arquetipo de poetas y base fundamental de la educación contemporánea.


Sus ataques se fundamentan en la inmoralidad y la naturaleza antropomórfica de los dioses de la religión convencional.


Los dioses de Homero y Hesíodo son, con frecuencia, inmorales –lo que es absolutamente cierto; y en segundo lugar, no hay motivos convincentes para creer que los dioses sean en modo alguno antropomórficos. Jenófanes se da cuenta de dos cosas:


1ª. Que las diferentes razas atribuyen a los dioses sus propias características particulares.


2ª. Que por reducción al absurdo, los animales harían lo mismo.


Concluye con la afirmación de que tales consideraciones son subjetivas y carentes de valor y que el cuadro establecido por Homero respecto a la concepción de los dioses como hombres y mujeres debe ser abandonado.


HERÁCLITO DE ÉFESO (500 a. C.)



Heráclito y Demócrito de Rubens


Ficción biográfica: pretendían ridiculizarle por su aire de superioridad. Elaborar leyes, jugar con los niños, misantropía, hidropesía, propositor de obscuros enigmas, etc…


Calificativos: enigmático, obscuro, filósofo llorón.


El universo está en continuo devenir, en incesante transformación, en continuo movimiento. “Todo fluye”, “No se puede uno bañar dos veces en el mismo río”.


Ese devenir o cambio no es irracional o caótico sino que se realiza atendiendo a una ley o logos interno. Ley = Razón = Dios.


Esta ley que rige el universo es la lucha de contrarios (día-noche, invierno-verano, guerra-paz, hartazgo-hambre, etc …)


El orden, la armonía del universo procede de la contradicción, de la lucha de contrarios.



Este cósmos no lo hizo ni alguno de los dioses ni de los hombres, sino que era y es y será, fuego siempre viviente


Creador de la dialéctica. La naturaleza es dialéctica, un continuo devenir conforme a una ley que la ordena.


El fuego es el principio material, razón del movimiento y cambio.



PARMÉNIDES DE ELEA (470 a. C.)

La razón es la única fuente  válida de conocimiento (Vía de la Verdad), los sentidos (Vía de la Opinión) nos ofrecen meras apariencias.


A partir de una única realidad es imposible que surja la pluralidad (en contra de lo que afirmaban los milesios). Supongamos que originariamente sólo existía agua. ¿por qué no sigue  habiendo sólo agua? Si solamente había agua, ésta no pudo generarse a partir de otra sustancia  (que, por hipótesis, no había) ni puede transformarse tampoco en otra cosa o desaparecer (¿qué podría hacerla desaparecer o transformarse si nada hay aparte de ella?) Lo que no hay ni había desde siempre, no puede originarse; lo que hay desde siempre, no puede ser destruido. Lo que hay, lo que es, el ente, es ingendrado, indestructible, inmutable, compacto, indivisible, esférico.


Lo que hay, lo que existe ha de ser una única realidad.


Consecuencias de estas dos afirmaciones: si, por una parte, de una única realidad no puede surgir la pluralidad y si, por otra parte, la razón nos obliga a aceptar la existencia de una única realidad, no queda más remedio que negar el movimiento y la pluralidad. Parménides elimina lo cambiante al afirmar lo permanente, elimina lo que las cosas parecen ser (múltiples y cambiantes) al afirmar lo que son, elimina la pluralidad al establecer la unidad; elimina el conocimiento sensible sacrificándolo por la razón.


Esta visión de la realidad es una exigencia necesaria de la razón. El razonamiento recae sobre lo que existe, el ente:


1º ¿Existe o no existe (lo que existe)? Necesariamente lo que existe, existe.


2º Lo que existe, ¿existe, o bien existió o existirá pero no existe? Lo que existe, existe.


El logos recae en una noción formal (juego lógico de esa noción) y abstracta (prescinde de los aspectos diferenciadores de los entes reales)


En resumen: rigor de la deducción lógica a partir del principio de identidad: lo que es, es.



Si Aquiles, como gran atleta que es, deja una ventaja a la toruga, jamás podrá alcanzarla


Parménides tuvo un famoso discípulo, llamado Zenón de Elea, que creó las también famosas llamadas aporías. Su intención era defender a Parménides contra sus atacantes, los pluralistas. Todas ellas están dirigidas a negar la pluralidad y el movimiento. Especialmente famosa es la de Aquiles y la tortuga: el corredor más rápido de toda Grecia nunca pillará a la tortuga si tiene a bien ( ya que es mucho más rápido) darle una ligera ventaja.


HERÁCLITO y PARMÉNIDES representan dos formas opuestas de concebir la naturaleza. Para Heráclito hay que admitir necesariamente el movimiento para la comprensión del mundo. Su afirmación “todo fluye” significa que el cosmos es una realidad en permanente cambio, pues el cambio está en el origen. Para Parménides, la exigencia de la razón obliga a admitir como verdadero únicamente lo inmutable, y por eso, no hay lugar para el cambio o movimiento, y consiguientemente, para el conocimiento sensorial. Son también dos caminos diferentes de conocimiento.

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